El órgano del sentido del tacto es la piel. Algunas zonas son más sensibles y tienen más
desarrollado el sentido del tacto (ejemplos: yemas de los dedos, los labios).
A través de la piel podemos captar distintas sensaciones, como el frío y el calor.
El órgano del sentido del olfato es la nariz.
Al respirar captamos y reconocemos distintos
aromas. El aire entra por los orificios nasales
y llega a las fosas nasales. En su interior se
encuentra la pituitaria, que se encarga de
reconocer los olores.
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